Mediante el estudio de la neuroconducción motora se investiga el estado funcional de las fibras nerviosas motoras periféricas, por lo que ofrece información acerca de cambios patológicos ocurridos en las vainas de mielina, los nodos de Ranvier y los axones.
Los estudios de neuroconducción motora constituyen una extensión del examen físico neurológico, no lo sustituyen. Sólo se indican después de un exhaustivo examen físico neurológico, en los casos en que sea necesario. Los datos de examen físico deben estar explícitos en la solicitud de la prueba para que el médico neurofisiólogo seleccione la parte del SNP que sea necesario estudiar con la finalidad de responder a las interrogantes. Estos estudios se indican cuando existe una duda diagnóstica. No es necesario realizarlos para confirmar un diagnóstico que ya está establecido, si no se van a utilizar los resultados con alguna finalidad específica
En los de traumatismos con elongación, aplastamiento y sección de nervios, la neuroconducción periférica es una herramienta que permite el conocimiento de la extensión y severidad de la lesión, además de tener valor pronóstico.